Ley de insolvencia en chile: tutorial completa para la quiebra

En Chile, la Ley N° 20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento, más conocida como la nueva Ley de Quiebras, ofrece una oportunidad para que personas naturales y empresas puedan renegociar sus deudas y salir adelante. Esta ley, promulgada en 2014, ha revolucionado el panorama del endeudamiento en el país, otorgando una vía legal para enfrentar situaciones de insolvencia.

Este artículo te guiará a través de los aspectos más relevantes de la quiebra antes de la fiscalización, desmitificando el proceso y aclarando tus dudas sobre la Ley de Insolvencia. Abordaremos temas como:

  • ¿Quiénes pueden declararse en quiebra?
  • ¿Cuáles son los requisitos para declararse en quiebra?
  • ¿Cuáles son las opciones disponibles para el deudor?
  • ¿Cómo funciona el proceso de quiebra?
  • ¿Qué beneficios ofrece la Ley de Insolvencia?
  • ¿Qué pasa si me declaro en quiebra?
  • ¿Puedo declararme en quiebra más de una vez?
Índice de Contenido

¿Quiénes pueden declararse en quiebra en Chile?

La Ley de Insolvencia en Chile es inclusiva y abarca a un amplio espectro de la población. Cualquier persona natural, sin importar su condición social o económica, puede acogerse a esta ley si se encuentra en una situación de insolvencia. Esto significa que, si tus deudas superan ampliamente tu capacidad de pago, tienes derecho a solicitar la protección de la ley.

Ejemplos de personas que pueden declararse en quiebra:

  • Dueños de casa
  • Estudiantes universitarios
  • Adultos mayores
  • Trabajadores dependientes
  • Trabajadores independientes

Es importante destacar que la Ley de Insolvencia no solo beneficia a las personas, sino también a las empresas que se encuentran en una situación financiera difícil. La ley permite a las empresas reestructurar sus deudas y evitar la quiebra, lo que a su vez ayuda a mantener el empleo y la actividad económica.

¿Cuáles son los requisitos para declararse en quiebra?

Para acceder a los beneficios de la Ley de Insolvencia, se deben cumplir ciertos requisitos, los cuales son:

  • Tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días. Estas deudas pueden ser por diferentes motivos, como tarjetas de crédito, préstamos, créditos de consumo, estudios, etc.
  • No tener un juicio ejecutivo en curso en tu contra. Un juicio ejecutivo es un proceso legal que busca el pago inmediato de una deuda.
  • Que la deuda total supere las 80 Unidades de Fomento (UF). Al 2023, esto equivale a aproximadamente $200.000 pesos chilenos.

Tener en cuenta que estos requisitos son mínimos y que la ley puede tener otras consideraciones específicas para cada caso. Si tienes dudas sobre si cumples con los requisitos, es recomendable que te asesores con un abogado especializado en insolvencia.

¿Cuáles son las opciones disponibles para el deudor?

La Ley de Insolvencia ofrece dos opciones principales para que el deudor pueda solucionar su situación financiera:

Renegociación de la Deuda:

Esta opción es ideal para aquellos que tienen la capacidad de pagar sus deudas, pero necesitan un plan de pago más flexible. A través de la renegociación, el deudor puede:

  • Negociar nuevos plazos de pago más convenientes.
  • Obtener rebajas en las tasas de interés.
  • Condonar los intereses acumulados.

La renegociación se realiza con los acreedores, es decir, con las empresas a las que se les debe dinero. El proceso de renegociación es guiado por un mediador, quien busca un acuerdo que beneficie a ambas partes.

Liquidación de Bienes:

Esta opción es para aquellos que no tienen la capacidad de pagar sus deudas. En este caso, el deudor pone sus bienes a disposición de un remate. El dinero que se recaude en el remate se utiliza para pagar las deudas, incluso si la suma recaudada es menor al total de la deuda.

Es importante considerar cuidadosamente las consecuencias de la liquidación de bienes antes de tomar esta opción. Si tus bienes son valiosos, podrías perderlos en el remate y no recuperar tu dinero. La decisión de optar por la liquidación de bienes debe ser tomada con la asesoría de un profesional.

¿Cómo funciona el proceso de quiebra?

El proceso de quiebra se inicia con la presentación de una solicitud al Tribunal de Insolvencia. La solicitud debe contener información detallada sobre las deudas, los bienes y los ingresos del deudor. El tribunal analiza la solicitud y, si cumple con los requisitos, abre un proceso de quiebra.

El proceso de quiebra se divide en las siguientes etapas:

  • Fase de Conciliación: En esta fase, el deudor intenta llegar a un acuerdo con sus acreedores para renegociar sus deudas. Si se llega a un acuerdo, el proceso de quiebra se cierra.
  • Fase de Liquidación: Si no se llega a un acuerdo en la fase de conciliación, se procede a la liquidación de los bienes del deudor. El dinero que se recauda en la liquidación se utiliza para pagar las deudas.
  • Fase de Cierre: Una vez que se han pagado las deudas, el proceso de quiebra se cierra.

Durante el proceso de quiebra, el deudor tiene la protección del tribunal, lo que significa que los acreedores no pueden tomar medidas legales para cobrar las deudas. El deudor también puede solicitar al tribunal que le permita seguir trabajando y generando ingresos para poder pagar sus deudas.

¿Qué beneficios ofrece la Ley de Insolvencia?

La Ley de Insolvencia ofrece una serie de beneficios tanto para el deudor como para la sociedad en general:

  • Liberación de deudas: El deudor puede quedar libre de sus deudas, sin importar la cantidad que deba.
  • Protección financiera: El deudor está protegido de las acciones legales de los acreedores durante el proceso de quiebra.
  • Posibilidad de renegociar las deudas: El deudor puede negociar mejores condiciones de pago con sus acreedores.
  • Reducción de los plazos de pago: El proceso de quiebra es más rápido que antes, lo que permite al deudor salir de la situación de insolvencia más rápidamente.
  • Oportunidad de reemprendimiento: La Ley de Insolvencia permite que el deudor pueda volver a empezar sin el peso de las deudas.
  • Estabilidad económica: La Ley de Insolvencia ayuda a prevenir la quiebra de empresas y a proteger el empleo.

¿Qué pasa si me declaro en quiebra?

Declararse en quiebra puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Es importante considerar cuidadosamente las posibles consecuencias antes de tomar esta decisión.

Consecuencias Positivas:

  • Liberación de deudas: Si se aprueba tu solicitud de quiebra, podrás librarte de tus deudas y empezar de nuevo.
  • Protección financiera: Estarás protegido de las acciones legales de tus acreedores durante el proceso.
  • Posibilidad de renegociar las deudas: Podrás negociar mejores condiciones de pago con tus acreedores.

Consecuencias Negativas:

  • Pérdida de bienes: Si optas por la liquidación de bienes, podrías perder algunos de tus bienes en el remate.
  • Daño a tu historial crediticio: La declaración de quiebra quedará registrada en tu historial crediticio, lo que podría dificultar la obtención de créditos en el futuro.
  • Dificultades para obtener empleo: Algunas empresas podrían tener reparos al contratar a alguien que se ha declarado en quiebra.

¿Puedo declararme en quiebra más de una vez?

Sí, es posible declararse en quiebra más de una vez, pero hay un plazo mínimo de cinco años entre cada procedimiento. Esto significa que, si te declaras en quiebra en el año 2023, no podrás volver a declararte en quiebra hasta el año 202

El tiempo comienza a correr desde que te aprueban la quiebra, no desde que termina el proceso. Tener en cuenta que la ley puede tener otras condiciones específicas para cada caso, por lo que es recomendable que consultes con un abogado especializado en insolvencia.

Consultas Habituales

¿Qué tipo de deudas se pueden incluir en la Ley de Insolvencia?

La Ley de Insolvencia abarca una amplia gama de deudas, incluyendo:

  • Deudas por tarjetas de crédito
  • Préstamos personales
  • Préstamos hipotecarios
  • Deudas por estudios
  • Deudas por servicios básicos
  • Deudas por impuestos

Sin embargo, existen algunas deudas que no se pueden incluir en la Ley de Insolvencia, como las deudas por alimentos o las deudas por delitos.

¿Qué pasa con las deudas de mi cónyuge?

La Ley de Insolvencia solo se aplica a las deudas del deudor. Si estás casado o en unión civil, las deudas de tu cónyuge no se incluirán en tu proceso de quiebra.

¿Puedo seguir trabajando mientras estoy en proceso de quiebra?

Sí, puedes seguir trabajando mientras estás en proceso de quiebra. De hecho, es recomendable que lo hagas para poder generar ingresos y pagar tus deudas.

¿Qué pasa con mis bienes si me declaro en quiebra?

Si te declaras en quiebra, tus bienes pueden ser incluidos en la liquidación para pagar tus deudas. Sin embargo, existen algunos bienes que están protegidos por la ley, como la vivienda principal y los bienes necesarios para el trabajo.

¿Cuánto tiempo dura el proceso de quiebra?

El proceso de quiebra puede durar entre cuatro y ocho meses. Sin embargo, el tiempo real puede variar dependiendo de la complejidad del caso.

¿Necesito un abogado para declararme en quiebra?

No es obligatorio tener un abogado para declararse en quiebra, pero es altamente recomendable. Un abogado especializado en insolvencia puede ayudarte a entender el proceso, a presentar tu solicitud correctamente y a negociar con tus acreedores.

La Ley de Insolvencia en Chile es una herramienta legal que ofrece una oportunidad para que las personas y las empresas puedan salir de una situación de sobreendeudamiento. Esta ley ofrece protección financiera, la posibilidad de renegociar las deudas y, en algunos casos, la liberación de las deudas. Sin embargo, es importante considerar cuidadosamente las consecuencias de declararse en quiebra antes de tomar esta decisión.

Si estás enfrentando una situación de insolvencia, es recomendable que busques la asesoría de un abogado especializado en insolvencia. Un abogado puede ayudarte a entender tus opciones y a tomar la mejor decisión para tu situación.

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